Dicen que el tiempo es oro y en el mundo del vino el dicho se cumple. Envejecer el vino de forma natural en barricas y sin accesorios para el vino necesita tiempo y una maquinaria que cuesta mucho dinero. Además mantener el vino en las barricas, que se han de cambiar cada poco, eleva el coste de la elaboración.
Por lo tanto si el tiempo es oro, al reducir el tiempo, reducimos el coste. Algo parecido tuvieron que pensar en la Antigua Roma para tratar de acelerar el proceso natural del envejecimiento del vino mediante técnicas artificiales que supondrían el primer paso hacia los accesorios para envejecer el vino. En tiempos de Trajano y Marco Aurelio los romanos inventaron una cámara de humo llamada fumariumen la que realzaban el sabor del vino mediante su envejecimiento artificial.
Desde entonces se ha buscado la forma de reducir ese tiempo y obtener vinos envejecidos de gran calidad. Numerosas técnicas como el magnetismo, los ultrasonidos, la electrólisis, la exposición a la radiación o simplemente agitar el vino han probado que se puede alterar la aparente edad del vino artificialmente, pero la cuestión es: ¿El resultado es el mismo al que ofrecen los vinos que realmente han envejecido esos años?
En los últimos años han aparecido varios accesorios para vino que tienen como fin envejecerlo en minutos para que aparente poseer las mismas características organolépticas que un vino envejecido en barrica. A continuación enumeramos los accesorios para vino más “populares” de los últimos años y que más debate han originado en el Foro de Vino.