De color muy sutil parecido a la piel de un durazno, un rosado pálido muy fino y delicado a nuestros ojos.
En nariz se nos presenta una muy buena frutalidad, con recuerdos a frutos amarillos y toques florales potentes y envolventes.
En boca nos entra con una sutileza marcada y muy fina debido a la efervescencia de sus delicadas burbujas, de con una acidez fresca, franca y con un muy buen volumen, su conjunto nos envuelve el paladar con una muy agradable sensación de aterciopelado dejándonos un postgusto largo, fresco y afrutado, resultado de la crianza de 30 días en contacto con sus lías.
Ideal para consumirse en días calurosos acompañado de cocina de mar, paellas, quesos de pasta suave, quesos semi-maduros, pastas, pizza y postres.